Esta semana el diario.es se ha hecho eco de una lamentable situación vivida en el término municipal de Agoncillo (La Rioja).
La Red de Protección Canina recibió un aviso de una protectora de animales de La Rioja pidiendo ayuda para rescatar a cuatro perros que estaban atadados y rodeados por el agua desbordada del río Ebro.
En estos mensajes que se fueron difundiendo a través de las redes sociales se apuntaba que la Guardia Civil, presente en el lugar, no podía actuar ante la negativa del servicio de Emergencias 112 de enviar a los bomberos de Logroño con una lancha de salvamento. Al parecer, el motivo de la negativa residía en que el dueño de los perros o no quería o no podía hacerse cargo de las tasas establecidas por el Ayuntamiento de La Rioja que podían ascender a 600 euros.
Este hecho viene agravado porque en la misma finca ya se habían ahogado otros tres perros que permanecían atados y a los que, su propietario había intentado mantener con vida tratando de llevarles alimento atravesando un caudal de agua que le llegaba a la altura del pecho.
Finalmente, la Red de Protección Canina decidió requerir la presencia de los bomberos haciéndose la asociación cargo de los gastos. Tres de los animales murieron ahogados y tan solo se pudieron rescatar sus cadáveres.
La asociación Red de Protección Canina decidió formalizar una denuncia contra la administración que se negó a la prestación de un servicio público al que está obligado para prevenir un presunto delito de maltrato animal. En la denuncia también se incluirán otras reclamaciones sobre irregularidades detectadas tanto por la asociación como por la Guardia Civil.
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